Porno simpson

Han pasado más de diez años, pero todavía Porno simpson guardo una ira y un rencor que no son normales. No la saludo cuando nos encontramos, ni siquiera en el ascensor, y no albergo ningún buen sentimiento hacia ella aunque la vida la haya tratado bastante mal desde pequeña...

A pesar de los más de diez años que pasaron, cada vez que mi madre recuerda entre risas la anécdota como un simple enfado de niñas por un chico, me pongo mala, me dan ganas de abofetearla hasta que sea capaz de ver más allá de la gota que colmó el vaso y valore la lealtad, el sentimiento de amistad, la sinceridad, el juego limpio, y otro millón de cosas que, por lo visto, se le pasan por alto.

Y lo dejo aquí, que esto si es auténticamente, el culo de Porno simpson.

http://lossimpsonxxx.com

Inventé formas de llorar porque las que habían no me liberaban. Inventé lágrimas que abrasaban y suspiros que me destrozaban el pecho.

Nuevas formas de liberarme de algo nuevo para mí. Las de siempre, no llegaban, se quedaban cortas, y por mucho que las llorase nunca conseguían tranquilizarme.

Necesitaba algo más fuerte, algo tan fuerte como lo que sentía y me atenazaba por dentro. Necesitaba formas de llorar que nadie conociese, extrañas formas que nadie más que yo comprendiese. Solo así podría resarcir tu pérdida.

Igual que había inventado nuevas formas de reir, llegó un momento en que tuve que inventarme nuevas formas de llorar.

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Me quedé allí sentada sintiendo como me desgarraban por dentro, como cada lágrima arrasaba con cada trozo de piel que tocaba. "Me faltaba oxígeno" no es sólamente una expresión, te lo digo yo, que me faltaba oxígeno cada vez que inspiraba. Se me encogían los pulmones hasta quedar reducidos al tamaño de un puño, y cada vez que inspiraba sentía que iba a reventarlos.

Incestos

*Sigo intentando beber mientras camino pero no hay manera.  Me explico... no sé beber agua de un botellín mientras voy caminando.  Tengo que Incestos, beber, y seguir. Tampoco sé beber sin rechupetear el borde de las botellas, sniff, nunca podré beber de una bota.


* Estoy empezando a hartarme de tenerle miedo a los perros.  Ayer entré cuatro minutos tarde a trabajar porque había un puto perro en la puerta y no me atrevía a entrar.  Un día de esta misma semana, estaba en un descanso sentada en un bordillo cuando pasa una señora con su perro.  El perrito que se acerca a olerme y yo me pego a la pared como una Incestos, ¿quereis creer que la maldita señora no apartó al perro?; joder, poco más y taladro la pared.
Acabo de llegar de tomarme un café con Elisa y Laura, todavía no me creo que hayamos conseguido sentarnos en los sofás del café del sol...

Antes habíamos estado en casa de Fran comiendo tarta. Hoy es el cumple de Eli, cumple 25 y al igual que al resto de mis amigas, le deso que sea muy, muy feliz durante estos trescientos sesenta y cinco días que le quedan para cumplir uno más.

Eli forma parte de ese reducidísimo grupo de personas a las que considero mis amigas.

Elisa es perfeccionista hasta la crispación, cuida los detalles hasta el punto de sacarnos a todas de quicio. Y es terriblemente impuntual, hasta hora y pico hemos estado esperándola... Siempre decímos que un día le tenemos que dar un escarmiento y largarnos, pero luego nunca lo hacemos. Como mucho, le mandamos un mensaje para que vaya a tal cafetería.

Dice que se está regenerando, y el otro día llegó solo tres minutos tarde. No me lo podía ni creer, pero el milagro no se volvió a repetir. Hoy quedó con Fran para cenar a las diez y Laura y yo hicimos porra antes de marchar para apostar cuanto tiempo le hacía esperar.
La llamas por teléfono y siempre está saliendo de casa; la vuelves a llamar al cuarto de hora y ya está en el portal. Elisa tiene ascensor.

http://www.incestos.net/

Porno mexicano

Aprovechando que hoy y mañana, trabajo de tardes, y que intercambié con mi hermana "nuestras labores" y ella se encarga de hacer la comida, voy a aprovechar para ponerme al día. Primero limpieza de enlaces, adios a los que ya no visito o a los que, por desgracia, ya no existen. Haré hueco para los que visito y no están ahí.

Y por otro lado, y probablemente me llevará más de una mañana... quiero organizar todo este follón. Quiero organizar los post que me gustan y los que no, los post que emocionan y los que dejan indiferente...

Hay tanta información por la red que no doy abasto... cientos de páginas de concursos, de consejos para escritores, de editoriales de autoedicción, qué Porno mexicano!!

Balance de la mañana:  3 cafés con leche, cuatro enlaces suprimidos, uno actualizado, un texto aspirante a colaboración enviado, unificación de todas mis cuentas de gmail, una prueba hecha con éxito.  Ducha rápida, y peinado decente. Un corte en la pierna por rasparme con la esquina de un cajón. Nada organizado.  Una llamada de teléfono que no me dio tiempo a coger y se cortó cuando respondía.

Tengo un par de post escritos a mano pero no me apetece pasarlos al ordenador, así que ya los dejo para la próxima semana ;-)  Como las cinco de hoy aún no han salido, aquí van mis cinco  particulares...

* Esta semana fui de compras y me compré cuatro camisetas, me quedé con muchas ganas de sacarle una foto con el móvil a una que ponía"talla l" para que bajase dios y lo viese, pero al final pasé porque no tengo cable para pasar las fotos...

Me consoló increiblemente ver a dos nñas de 13 y 14 años (lo sé porque en algún momento la madre dijo "ese pantalón no es para una niña de 13 años" y luego una voz de pito preguntó "¿Y de trececatorce mamá?") comprándose pantalones allí.  Ya no me indigna tanto que algunos no me valgan, al fin y al cabo, ya no tengo catorce años ;-)

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Primera lección de tango

En la pareja de tango, lo mismo que en la vida, el hombre ejerce la fuerza, la mujer la resistencia.
A diferencia de en la vida (al menos en la mía), en el tango el hombre marca el paso. Él es quien tiene el mando y lleva a la mujer por donde quiere.
El paso básico de tango se compone de ocho tiempos. La mujer lo ejecuta como sigue: 1) pie izquierdo adelante, 2) pie derecho a la derecha, 3) pie izquierdo detrás del derecho, 4) pie derecho detrás del izquierdo, 5) pie izquierdo cruzado por delante del derecho, 6) pie derecho atrás, 7) pie izquierdo a la izquierda, 8) pie derecho a la izquierda.
Sé que contado así dan ganas de salir corriendo, pero mi entusiasmo de novel en la materia hace que marque el paso básico hasta en el autobús.
Y aunque los tacones de pulsera me han destrozado los tobillos y tengo los brazos deshechos de ejercer la mencionada resistencia contra mi pareja, esta sarna pica con tanto gusto que no existe el dolor.

Sab, querida, tus mordiscos son curativos, que lo sepas.
El_fervor, pienso hacerte caso en todo. Espera un poquito, que me arreglo.
Nadie, se la sacaré, y prepárate, porque aquí vamos a bailar tango todos.
Baldanders, canta, canta, que da gusto escuchar tu voz, con ese aire a Gardel.
Misósofos, me da miedo lo que dices, porque presiento que es cierto.

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Desde que comenzara las clases de tango, mi profesor aprovecha cualquier situación para soltarme un “pero, qué linda sos”. Cuando en algún momento de la clase me quedo desparejada, me llama: “Vení, nena, vení”, y mientras tomamos posiciones y empieza a dirigir mis pasos muy despacio, me mira fijamente y me pregunta: “¿Qué tal estás, flaquita?”.

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Nuestro primer contacto fue telefónico. Entonces mi interlocutor me preguntó mi edad y cómo había sabido de él.

- Por uno de tus anuncios. ¿Importa mucho la edad para bailar tango? –acababa de cumplir años, así que su curiosidad adoptó carácter de cuasiagresión.
- No, claro que no, lo decía para buscarte una pareja más o menos mayor –yo le había comentado que iría a bailar sola.
Tras confesarle mi edad y que él me hiciera saber que Videos porno caseros voz de adolescente, me dijo:

- Lo mejor es que asistas esta tarde a una de mis clases. Así te hacés una idea. Luego nos quedamos de fiesta hasta las tantas.
- Bueno, yo mañana trabajo.
- ¡Ah!, pero vos sos muy joven. Vení. Luego te invito a una copa.
Sentada en un lugar privilegiado de la sala, atendí a la clase. De vez en cuando, mi posible futuro profesor se me acercaba, me sonreía y me preguntaba qué tal. Una de las ocasiones se sentó a mi lado.

- ¿Qué te parece?